Nos preocupamos por quienes más lo necesitan. Nuestros mayores están atendidos bajo la atención y el servicio de grandes profesionales cuya principal preocupación es darles calidad de vida y atención personalizada.
En el Hogar Madre de Dios se crea un perfil concreto para sus necesidades, tanto físicas como cognitivas, centrado en un modelo de salud, bienestar y atención centrada en cada persona, y siempre con todo nuestro cariño.
Contamos con un servicio profesional de enfermería que atiende las patologías de todos nuestros residentes, así como farmacología y otras atenciones tan necesarias para nuestros mayores.
La salud de nuestros residentes se basa en funcionalidad y calidad de vida. El objetivo: la mayor autonomía posible aplicando tratamientos específicos para cada usuario.
Ofrecemos a nuestros residentes una atención geriátrica individualizada en la propia residencia con un médico para atender todas sus afecciones de manera presencial.
Este departamento posee el propósito de ayudar a nuestros mayores a adquirir destrezas y capacidades para tareas cotidianas y conseguir así la mayor autonomía posible.
Desde la residencia se orienta, informa y ayuda de una manera psicosocial tanto a residentes como familiares. Dedicado a la atención y prevención de cualquier necesidad.
Una buena imagen nos hace sentir mejor. Además, se favorecen hábitos y costumbres de higiene fomentando el cuidado de la imagen personal.
Todos nuestros alimentos están elaborados por nuestros cocineros, con productos de la zona de primera calidad. Una alimentación equilibrada y adaptada es esencial para nuestros residentes.
Contamos con una lavandería propia, en la cual tanto ropa de residentes como cualquier textil de la casa es lavado e higienizado de manera efectiva con todas las garantías de higiene.
Estas actividades mejoran su estado físico, mental y emocional, al mismo tiempo que aumenta sus intereses, su iniciativa y habilidades sociales.
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